Érase una vez un espantapájaros que estaba muy triste porque su huerto estaba totalmente seco y además con el paso de los años su ropaje va haciéndose más y más viejo. Un día en el granero al de la paja vio algo que se movía y saltaba, era un conejo que venía olisqueando. El espantapájaros le preguntó que olisqueaba. El conejo le respondió que una zanahoria.
-¡Oye! – Le dijo el espantapájaros- ¿Por qué saltas?
- Porque soy muy saltarín – le contesta- por cierto, ¿por qué está tan seco este huerto?
- Porque el agricultor Manuel se murió y nadie ha venido nunca a verme.
- Yo sí quieres puedo venir, si eso te hace feliz.
